¡Dolor de oído!Las bacterias no siempreson las culpables.

Existen algunos lugares donde los antibióticos se pueden comprar sin receta médica. Puede ser que tú, querido lector, vivas en uno de estos lugares o estés de visita. Entonces, es probable que después de confiar tus molestias de oído al dependiente de la farmacia, termines con algún tipo de gota para el oído en tu bolsa y en tu oído. A menudo, estas gotas contienen algún tipo de antibiótico. Debo admitir que, en ocasiones, las gotas antibióticas recetadas en la farmacia son efectivas y han ayudado en la recuperación de algunas infecciones de oído desagradables. Pero la realidad es que, más a menudo de lo que creemos, las gotas antibióticas para el oído no son necesarias y, en los peores casos, incluso pueden ser perjudiciales. Prescribir correctamente gotas para los oídos requiere un examen físico del canal auditivo y el tímpano, así como la limpieza del canal auditivo si está bloqueado por cerumen. Si quieres aprender sobre el manejo del cerumen, lee aquí.
Aquí tienes una lista de algunos de los peores casos que he encontrado tras el uso indiscriminado de gotas antibióticas para los oídos.
• Pérdida auditiva permanente.
Algunos antibióticos son ototóxicos. Esto significa que son tóxicos para el oído. Si tu infección de oído está acompañada de una perforación en el tímpano, las gotas aplicadas en el canal auditivo pueden penetrar directamente en el oído medio. Desde allí, las gotas pueden difundirse al oído interno a través de las ventanas redonda u oval, resultando en pérdida auditiva permanente. Los antibióticos que pueden producir pérdida auditiva permanente en oídos con tímpano perforado incluyen la neomicina y la tobramicina. ¡Ten en cuenta que hay otros! Si existen gotas antibióticas que se pueden aplicar de forma segura con el tímpano perforado. Consulta con tu otorrinolaringólogo. Si tu tímpano no está perforado, generalmente las gotas son seguras. Para entender la importancia de tu audición, lee aquí.
• Infecciones por hongos.
Sabemos que nuestra piel alberga una variedad de bacterias, hongos y virus. El canal auditivo no es la excepción. Tenemos una combinación de microbiota en el oído que no se encuentra en ninguna otra parte del cuerpo. Estos microbios mantienen un equilibrio especial. La presencia de uno influye en la del otro. El uso de gotas antibióticas mata las bacterias en el canal auditivo. Esto, a su vez, puede provocar a veces un crecimiento excesivo de hongos. La infección del canal auditivo por hongos se llama otomicosis. El tratamiento de la otomicosis requiere la eliminación mecánica del hongo del oído y gotas antifúngicas específicas (diferentes de las gotas antibióticas). Si la otomicosis no se trata correctamente, también puede resultar en un tímpano perforado.
• Tumores de oído no diagnosticados.
Un ejemplo de tumores benignos del oído que pueden causar salida de materia (supurar) es el colesteatoma. Un colesteatoma es básicamente piel del canal auditivo externo que ha encontrado una forma de ingresar al oído medio. El oído medio no debería contener piel. La presencia de piel que crece continuamente en el oído medio resulta en la destrucción lenta de las estructuras en el oído medio. El colesteatoma puede estar frecuentemente acompañado de una infección bacteriana secundaria que produce salida de materia en el oído. Si se utilizan gotas antibióticas cada vez que el oído supura, en lugar de curar adecuadamente el colesteatoma (la cirugía es el único tratamiento efectivo), esto puede resultar en la destrucción gradual del oído medio y pérdida auditiva.
Aunque es mucho menos común, también puede haber tumores malignos en el oído que necesitan un diagnóstico y tratamiento adecuados.
• Parálisis facial.
El nervio facial es un nervio complejo. Tiene muchas funciones y es anatómicamente complejo (¡pregúntale a cualquier estudiante de medicina!). Pero, a efectos prácticos, los músculos de tu rostro se pueden mover gracias a la inervación que proporciona este nervio. La rama principal del nervio facial atraviesa el oído interno y medio. Por lo tanto, algunas enfermedades que afectan al oído interno o medio podrían potencialmente lesionar el nervio facial.
Otitis externa maligna. Suena horrible, ¿verdad? Pues, ¡lo es! Es el pariente desagradable del oído de nadador (lee sobre eso aquí). Esta infección del oído externo se adentra en el hueso. Si avanza lo suficiente, puede causar parálisis facial. Este tipo de infección requiere tratamientos prolongados con antibióticos orales (y a veces intravenosos) y, en algunos casos, cirugía. Las personas con diabetes no controlada son las más frecuentemente afectadas. Esta infección es causada por bacterias, pero las gotas antibióticas no son suficientes por sí solas para eliminar la infección.
Estos son algunos ejemplos de cómo y por qué las gotas antibióticas para el oído pueden no resolver todos los dolores de oído. La existencia de antibióticos es realmente maravilloso, pero es crucial cerciorarse que se usen como corresponde. ¿Cómo podemos lograrlo? Visitando a tu otorrinolaringólogo de confianza. ¡Hasta la próxima!