El Olfato y el Covid-19

Como otorrinolaringóloga, la pérdida parcial o total del olfato, había sido un motivo de consulta poco frecuente en mi práctica clínica. Eso es, hasta que la pandemia del COVID-19 llegó a nuestras puertas. Poco a poco, el consultorio se empezó a llenar de pacientes con problemas del sentido del olfato. La pérdida total del olfato (anosmia), la pérdida parcial del olfato (hiposmia), la distorsión del olfato (parosmia), y las alucinaciones olfativas (fantosmia), son síntomas que recientemente han puesto en evidencia la importancia del sentido que nunca descansa: el olfato.

La importancia del olfato

El olfato tiene muchas funciones. Nos ayuda a asesorar la calidad de los alimentos que ingerimos, así evitando el consumo de alimentos potencialmente nocivos. Permite identificar situaciones ambientales peligrosas, como el humo de un incendio o una fuga de gas. El olfato también tiene un papel social importante, asistiendo al elegir una futura pareja o detectando emociones en otras personas (1). Pero quizá lo más coloquialmente apreciado del olfato es su relación con el sabor de las comidas.

“Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde”

José, es un paciente de 22 años que padece de parosmia desde hace 4 meses. Su problema del olfato se origina después de haber padecido un cuadro leve de COVID-19. “La carne y el huevo me saben y huelen a podrido. He bajado 22 libras desde que esto inició” comenta.

En mi práctica, la parosmia, puede llegar a ser un síntoma mucho más debilitante que tener anosmia o hiposmia. La anosmia y la hiposmia implican una alteración en la cantidad; la parosmia y la fantosmia implican una variación en la calidad (2). Esta transformación en la percepción del sabor puede en algunos pacientes resultar en: disminución del apetito, pérdida de peso, pérdida del placer del acto social de comer (3) y en trastornos emocionales como la depresión.

Otras causas de alteraciones del olfato

La pandemia por COVID-19 ha creado un sentido de concientización sobre el olfato. Sin embargo, no debemos olvidar que existen otras patologías capaces de alterar nuestra percepción del olor también.

Según los Institutos Nacionales de Salud (NIH), causas comunes de pérdida del olfato incluyen (4):

· Edad avanzada

· Infecciones del tracto respiratorio superior

· Fumar

· Presencia de tumores en las cavidades nasales

· Traumatismos craneoencefálicos

· Alteraciones hormonales

· Problemas dentarios

· Exposición a ciertos químicos como solventes o insecticidas

· Uso de ciertos medicamentos, como algunos antibióticos o antihistamínicos

· Radioterapia

· Condiciones que afecten el sistema nervioso central como la Enfermedad de Parkinson o Enfermedad de Alzheimer

· Tumores del sistema nervioso central

Ente los profesionales encargados del diagnóstico y tratamiento de los problemas del gusto y del olfato se encuentran los otorrinolaringólogos y los especialistas de medicina oral. Siempre les recomiendo a mis pacientes y conocidos una evaluación, por parte de uno de estos profesionales, para descartar otras causas que requieran un tratamiento específico.

Como se produce la alteración del olfato por COVID-19

Según los resultados de un estudio publicado en la revista Science Advances, se identificaron células no-neuronales en el epitelio olfatorio y en el bulbo olfatorio susceptibles a daño por SARS-CoV-2. Esto sugiere que la inflamación y daño de estas células de soporte, y no directamente de las células nerviosas, está implicada en la alteración del olfato en pacientes con SARS-CoV-2. Estos hallazgos implican que es poco probable experimentar un daño permanente en el olfato (5).

Afortunadamente en la práctica, la teoría se acerca a la realidad y pareciera que los síntomas persistentes son poco frecuentes. Según un estudio multicéntrico que incluyó 1,363 pacientes, el 95% de los participantes tuvieron una recuperación espontánea en los primeros seis meses tras el inicio de los síntomas (6).

Ómicron y la pérdida del olfato

Con la nueva variante ómicron del Sars-CoV-2, parece que la pérdida del olfato y el gusto es menos frecuente que con variantes previas. Con la variante original del COVID-19, hasta el 48% de las personas infectadas reportaba síntomas de pérdida del olfato o gusto (7). Con la variante ómicron, se ha reportado un 12% de los casos presenta alteración del olfato y un 23% del gusto (8). Está indicado iniciar tratamiento para abordar la alteración del olfato si, tras 20 días de síntomas, no hay recuperación espontánea del mismo (9).

¿Que puedo hacer para mejorar mi olfato?

El entrenamiento olfativo es un método utilizado desde antes de la aparición del COVID-19. Sus resultados han sido modestos pero clínicamente significativos en la recuperación de la pérdida olfativa post-infecciosa (10,11).

El entrenamiento olfativo es un tipo de terapia que consiste en la exposición breve y repetida a distintos olores. Consiste en oler cada sustancia durante 20 segundos a la vez. Esto típicamente se repite dos veces al día por tres o más meses (12). Se recomienda utilizar sustancias que representen diferentes categorías de olores: floral, resinoso, frutal, mentolado, dulce, cítrico, etc.

Pueden utilizarse aceites esenciales o objetos que se encuentran fácilmente (13).

o Ralladura de limón

o Café molido

o Menta

o Eucalipto

o Vainilla

o Clavo

o Nuez moscada

o Rosas

El mecanismo exacto mediante el cual se logra una mejoría en la olfacción no está claro. Se cree que la estimulación repetitiva de las neuronas olfatorias aumenta su capacidad regenerativa y su potencial de plasticidad (14).

El uso de esteroides tópicos nasales no ha demostrado hasta la fecha una mejoría significativa en la recuperación del olfato en pacientes con pérdida olfativa post-viral (15). Sin embargo, dado su buen perfil de seguridad, y su utilidad demostrada en casos de rinosinusitis crónica, muchas veces esta modalidad puede ser añadida a la terapéutica.

Tratamientos en estudio

En una serie de casos, realizada en Brasil, se demostró una mejoría en la recuperación olfativa utilizando terapia de fotobiomodulación en los tres grupos estudiados (16). Sin embargo, es un estudio pequeño, sin grupo control por lo que sus resultados deben de corroborarse idealmente en ensayos clínicos controlados y aleatorizados.

La utilidad de la vitamina A en gotas intranasales también está siendo estudiada en pacientes con pérdida del olfato por COVID-19 (17). Existen estudios previos al inico de la pandemia, en su posible utilidad en pacientes que han perdido el olfato por otras causas infecciosas. En un estudio retrospectivo publicado en el 2017, participaron 170 pacientes divididos en dos grupos; un grupo fue expuesto a vitamina A tópica intranasal y entrenamiento olfativo; el segundo grupo recibió únicamente entrenamiento olfativo. El grupo que recibió la vitamina A mostró mejores índices de recuperación olfativa (18).

Lo cierto es que, hoy mas que nunca, existe una creciente demanda en la investigación del olfato. Esperamos que, con el tiempo, la ciencia sea capaz de dilucidar los mecanismos mediante los cuales los pacientes puedan recuperar este primitivo sentido.

“No hay memoria tan precisa, tan vívida y evocadora como la que se recupera a través del olfato, y va tan unida a las sensaciones que se experimentaron junto al olor.” Legado en los huesos (2013), Dolores Redondo.

Referencias

1. Croy, I., Negoias, S., Novakova, L., Landis, B. N. & Hummel, T. Learning about the Functions of the Olfactory System from People without a Sense of Smell. PLoS ONE 7, e33365 (2012).

2. Rashid, R. A., Alaqeedy, A. A. & Al-Ani, R. M. Parosmia Due to COVID-19 Disease: A 268 Case Series. Indian J. Otolaryngol. Head Neck Surg. 1–8 (2021) doi:10.1007/s12070–021–02630–9.

3. Watson, D. L. B. et al. Altered smell and taste: Anosmia, parosmia and the impact of long Covid-19. PLOS ONE 16, e0256998 (2021).

4. Smell Disorders. NIDCD https://www.nidcd.nih.gov/health/smell-disorders.

5. Non-neuronal expression of SARS-CoV-2 entry genes in the olfactory system suggests mechanisms underlying COVID-19-associated anosmia. https://www.science.org/doi/10.1126/sciadv.abc5801doi:10.1126/sciadv.abc5801.

6. Lechien, J. R. et al. Prevalence and 6-month recovery of olfactory dysfunction: a multicentre study of 1363 COVID-19 patients. J. Intern. Med.290, 451–461 (2021).

7. Ibekwe, T. S., Fasunla, A. J. & Orimadegun, A. E. Systematic Review and Meta-analysis of Smell and Taste Disorders in COVID-19. OTO Open 4, 2473974X20957975 (2020).

8. Brandal, L. T. et al. Outbreak caused by the SARS-CoV-2 Omicron variant in Norway, November to December 2021. Eurosurveillance 26, 2101147 (2021).

9. Vaira, L. A. et al. Smell and taste recovery in coronavirus disease 2019 patients: a 60-day objective and prospective study. J. Laryngol. Otol. 134, 703–709 (2020).

10. Damm, M. et al. Olfactory training is helpful in postinfectious olfactory loss: A randomized, controlled, multicenter study. The Laryngoscope 124, 826–831 (2014).

11. Kattar, N. et al. Olfactory Training for Postviral Olfactory Dysfunction: Systematic Review and Meta-analysis. Otolaryngol. Neck Surg. 164, 244–254 (2021).

12. Rimmer, A. Sixty seconds on . . . smell training. BMJ 373, n1080 (2021).

13. Using What You Have At Home. Fifth Sensehttps://www.fifthsense.org.uk/smell-training/using-what-you-have-at-home/.

14. Levy, J. M. Treatment Recommendations for Persistent Smell and Taste Dysfunction Following COVID-19 — The Coming Deluge. JAMA Otolaryngol. Neck Surg. 146, 733 (2020).

15. Abdelalim, A. A., Mohamady, A. A., Elsayed, R. A., Elawady, M. A. & Ghallab, A. F. Corticosteroid nasal spray for recovery of smell sensation in COVID-19 patients: A randomized controlled trial. Am. J. Otolaryngol. 42, 102884 (2021).

16. Soares, L. E. S. et al. Intranasal photobiomodulation therapy for COVID-19-related olfactory dysfunction: A Brazilian multicenter case series. Photodiagnosis Photodyn. Ther. 36, 102574 (2021).

17. Vitamin A treatment trial for Covid loss of smell. BBC News (2021).

18. Hummel, T., Whitcroft, K. L., Rueter, G. & Haehner, A. Intranasal vitamin A is beneficial in post-infectious olfactory loss. Eur. Arch. Oto-Rhino-Laryngol. Off. J. Eur. Fed. Oto-Rhino-Laryngol. Soc. EUFOS Affil. Ger. Soc. Oto-Rhino-Laryngol. — Head Neck Surg. 274, 2819–2825 (2017).

Scroll to Top