A veces nos encontramos con objetos extraños en la emergencia o la clínica. Estos objetos extraños se encuentran, en ocasiones, dentro de una nariz. De alguna manera estos objetos misteriosamente terminan dentro la nariz de niños pequeños. Los niños pequeños son extremadamente curiosos, así que de vez en cuando, supongo que se preguntarán si la nariz será un buen lugar para alojar objetos. Estoy segura de que cuando yo tenía 5 años, probablemente compartía esta curiosidad. Cuando se les cuestiona sobre el tipo y la cantidad de objetos que se introdujeron en la nariz, estos pequeños pacientes pueden ser completamente sinceros sobre la situación, o pueden optar por mirarte con frialdad y desconfianza. De cualquier manera, es evidente que la nariz no es el sitio ideal para almacenar objetos. ¡Se deben extraer! Suele ser un procedimiento simple que requiere solo de los instrumentos adecuados y paciencia. A veces, los chiquitos cooperan. El resto de las veces, opto por la técnica del “disfraz de taco” utilizando una sábana, para reducir el movimiento del pequeño.

Quería compartir la gran variedad de cosas extrañas y fragmentos de cosas que he extraído de las fosas nasales (sí, llevo un registro).

• Trozos de borrador
• Piezas pequeñas de legos
• Servilletas de papel
• Bolitas de plástico
• Diferentes tipos de semillas (sandía, melón)
• Caucho triturado (de césped artificial)
• Granos de maíz
• Arvejas
• Frijoles
• Plastilina
• Masa de galletas

Puede ser que pase desapercibido el hecho que nuestro pequeño se ha introducido algo en la fosa nasal. Debo sospecharlo si presenta moqueo o goteo nasal únicamente por una fosa o si este moqueo va acompañado de trazas de sangre. Si el objeto lleva más tiempo (días) dentro de la nariz, aparecerá un moqueo amarillento y mal oliente en la fosa afectada. Si hay sospecha, lo ideal es que sea evaluado por un otorrinolaringólogo. Los otorrinolaringólogos tenemos los instrumentos adecuados y además podemos cerciorarnos que no existan otros cuerpos extraños en la parte posterior de la nariz.

La buena noticia es que nunca he tenido que extraer un objeto extraño nasal dos veces en el mismo paciente. Como dicen, la propia experiencia es el mejor aprendizaje. Creo que la mayoría de los niños pequeños probablemente se dan cuenta de que hay mejores lugares para almacenar semillas y plástico. Como el oído, por ejemplo. Pero esa es otra historia, para otro artículo.